::: EL FRACASO DEL 15M :::









“El mayor pecado del ser humano, es no saber tener Paciencia”


Rilke






Hoy es 15 de Mayo de 2013 y han pasado ya dos años de aquellos días…esos que ni hace falta describir ni contar, porque son ya parte de un sentimiento colectivo.
Me veo a mí mismo acordándome de aquellas semanas que se hicieron casi época con un poco de nostalgia de más, como si hablar del 15M fuera hablar de una juventud pasada o de una oportunidad perdida, como si hubieran pasado demasiadas cosas y demasiados desencantos. Quizás hablar de nostalgia, sea el primero de nuestros fracasos.


Y es que el “fracaso” del 15M tiene algo que ver con la más profunda manera de interpretar el TIEMPO de nuestro mundo moderno, ese que busca la inmediatez y la solución rápida, ese que preguntó en seguida qué se había conseguido y que no logró respuestas rápidas y objetivas, ese que no entendió que las buenas sociedades crecen siempre poco a poco. Nuestra civilización, que ha vivido cada vez más y más rápido,  ha perdido el sentido de la LENTTITUD, de que se necesita tiempo, a veces mucho, para ver el resultado de las cosas. Se nos ha olvidado que hombres, como nosotros, empezaron levantando con ilusión esas catedrales que ni ellos ni sus hijos ni quizás sus nietos verían terminar. Se nos ha olvidado quizás, la virtud del saber ir despacio.


El fracaso del 15M es el de aquellos que no saben esperar, el mismo fracaso de aquellos que gobernándonos o informándonos (creo que son los mismos) seguirán empeñándose en dividir la historia en periodos de 4 años sin entender que la construcción de un pueblo no entiende de la inmediatez. El fracaso será el de todos los que esperaban resultados, como si la evolución o el resultado fueran la misma cosa. El fracaso será el de aquellos que no se den cuenta de la importancia de que mucha gente que no había pensado nunca en determinadas cosas, o de determinada manera, empezara a hacerlo.


Habrá que cambiar, seguramente, habrá que volver a reivindicar ese espíritu de diversidad, de no-violencia y de pensamiento verdaderamente libre  que a veces parece diluirse en el odio y la desesperación. Habrá que seguir imaginando de qué forma podemos continuar reivindicando aquello que creemos que es justo …habrá que volver a ser un poco más optimistas de lo que nos hemos vuelto hoy… pero creo que no deberemos, ni hoy ni en mucho tiempo mirar esos días con nostalgia. Hacerlo sería volver a dormirnos otra vez y eso, no nos lo podemos permitir.  



Basilea , 15 de Mayo de 2013

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